Este es un post extraño. Pasados ya bastantes días desde el anterior -y con una frecuencia de publicación mucho menor de lo habitual desde hace tiempo-, por un lado no quiero dejar el blog abandonado, pero por otro no tengo ningún tema sobre le que escribir, ni -sobre todo- tampoco muchas ganas de hacerlo, a decir verdad. Parece que este espacio va muriendo poco a poco por diferentes motivos, pero una parte de mí se resiste a dejar que sea así...
Así que esta es una entrada para decir que Palabras a punto agoniza, pero sobrevive todavía. Podría hablar del galimatías en que se ha convertido la gobernabilidad de España, de la postura del Rajoy, del reto que tiene ante sí Pedro Sánchez -al que le auguro el fracaso en su intento de ser investido-, o de los Goya, con uno de esos posts al que tanto tiempo le dediqué en años anteriores. Pero siempre dije que un blog tiene sentido si te divierte y te apetece y ahora mismo no es el caso... Intentaré que vuelva a ser así.